El implante extraocular, también conocido como joyería del globo ocular, es un implante cosmético que implica la colocación de una pequeña pieza de joyería decorativa que se implanta dentro de la conjuntiva superficial, interpalpebral del ojo humano.

El implante extraocular fue desarrollado en 2002 por primera vez en los Países Bajos como una forma radicalmente nueva de modificación del cuerpo humano. Fue diseñado por primera vez por el Instituto Holandés de Cirugía Ocular Innovadora y fue comercializado allí bajo el nombre de JewelEye. El procedimiento es completamente legal en los Países Bajos, siempre y cuando se lleve a cabo por un oftalmólogo con licencia en condiciones estériles. El precio actual es de aproximadamente 750 €.

Su legalidad fuera de los Países Bajos no está probada. Sin embargo, en varias jurisdicciones de EE.UU. ya han apoyado proyectos legales para prohibir este procedimiento. El 6 de marzo de 2005, un comité del estado de Illinois aprobó una ley en la que se prohibía este tipo de intervención. El castigo para esta infracción podría resultar en una pena de hasta tres años de prisión.

En la actualidad, el único proveedor de joyas de este implante es Hippocratech bv, una empresa de la ciudad de Rotterdam en los Países Bajos. El implante está fabricado con una aleación de platino y está disponible en varias formas básicas, entre las que se incluyen el signo del Euro, un corazón, una nota musical, un trébol o estrellas. Es posible realizar otras formas personalizadas bajo petición. El tamaño de las joyas es de aproximadamente 3 mm de ancho.

Procedimiento

A diferencia de los implantes subdérmicos y otros nuevos procedimientos de modificación corporal, el implante extraocular actualmente sólo se realiza en un entorno médico. Es un procedimiento relativamente rápido, pero sí es necesario que los dos ojos queden inmovilizados con unas gotas anestésicas y las capas del globo ocular donde se encuentra el implante deben estar separadas por un líquido inyectado. Como muy pocas personas han sido sometidas a este procedimiento y es relativamente nuevo, los efectos a largo plazo para la salud son desconocidos.

Sin embargo, la página web del Instituto Holandés para la innovación de la cirugía ocular afirma que el implante no interfiere con las funciones oculares, es decir, el rendimiento visual y la movilidad. Además, la satisfacción del paciente que se ha sometido a este procedimiento sigue siendo alta y no se han detectado efectos secundarios del tratamiento con un seguimiento de más de un año.

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